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9 de junio de 2005

cinemania

me temo que siempre, desde la más tierna infancia, tendí parcialmente a una cierta extravagancia en mis gustos cinematográficos. digo parcialmente, sólo, porque muchas de las películas que me gustan, e incluso de las que más me gustan, son las mismas películas que a todo el mundo le gustan: when harry met sally, die hard, born on the fourth of july, the wall, la trilogía de indiana jones, etc. eso sí, tengo que decir que nunca vi titanic, no necesariamente por una decisión consciente de no verla sino porque simplemente nunca hubo ocasión de verla, y que tanto schindler’s list como e.t. me parecen bastante lamentables. entre otras muchas vacas sagradas (no del todo por coincidencia, algunas de esas otras lamentables vacas sagradas son también de spielberg [saving private ryan, por ejemplo]).

de pelado, por alguna razón desconocida, me envicié con el cine mudo. leía todo lo que caía en mis manos al respecto, soñaba con algún día poder ver, no sé, el acorazado potemkin, the wind, sunrise, nosferatu – symphonie des grauens, metropolis, etc., lo cual, en tiempos anteriores a los del mercado globalizado, y en ese desierto cultural que era/es guayaquil, era sencillamente imposible. pero al menos había manera de ver clásicos de chaplin, a quien yo por aquel entonces idolatraba (me gustaba particularmente the kid)...

no sé bien qué pasó, supongo que la pubertad, como siempre, y paf, me convertí de un día para el otro al montaje alucinado de scorsese, stone, coppola y leone. o a la visión paranoica del mundo de kubrick. dejó huella definitivamente, además, ser un adolescente enfermo del cine en una época, los últimos años de los ochenta y los primeros de los noventa, en la que el cine “independiente” estaba ganando terreno a pasos agigantados. creo que por ahí empezó mi esnobismo con respecto a este tipo de cosas... no sé, fue esa la época que me convirtió en el tipo de persona que soy, alguien que como que no toma del todo en serio a quien le diga que pulp fiction está entre sus películas favoritas, y no porque pulp fiction esté mal (al contrario), sino justamente porque... ¿a quién no le gusta pulp fiction? ¿qué peso tiene una afirmación como esa? la persona que asegura preferir a pulp fiction por encima de otras películas... ¿qué otras películas conoce? ¿y está hablando esa persona o está hablando el cliché, la “opinión pública”, por medio de esa persona?

a mí me gusta también pulp fiction, pero siempre me molestó el endiosamiento de tarantino, así como la ignorancia de mucha gente con respecto a los directores y las películas que son claras influencias del man.

no sé, yo sólo venero realmente a john waters y, si acaso, a godard... quizás, en el plano más “intelectual”, a russ meyer... esa es la continuidad, o no, de la extravagancia.

extravagancia. qué palabra para bonita. extra... vagancia.

extrañamente, mi abandono del fanatismo por el cine mudo y mi paso al cine “independiente” me llevó a cogerle una especie de aversión a las películas anteriores, digamos, a la nouvelle vague. sé que sueno como un neandertal, pero es que me aburren un poco. digamos: creo recordar que citizen kane, cuando la vi hace milenios, me gustó mucho. pero como que me queda poco tiempo de vida, quizá, y no se trata de perderlo en ver... citizen kane. lo mismo con un montón de otras películas que, como el acorazado potemkin arriba mencionado, nunca vi y creo que ya nunca veré...

el otro día, sin embargo, de puro aburrido saqué el ángel exterminador, de luis buñuel, de la biblioteca, para ver qué tal. y, pese a la lentitud del planteamiento inicial, a las actuaciones un poco robóticas de casi todos los actores y de casi todas las actrices, y sobre todo muy pese a las en mi modesta opinión completamente ridículas, o en todo caso dated, secuencias oníricas tan características de buñuel (en plan de que la gente está durmiendo y se ven sus sueños, con una banda sonora llena de truenos e imágenes absurdas de serruchos, de paisajes lóbregos, de animales varios), me gustó bastante.

la premisa argumental es casi exageradamente inverosímil, pero en el contexto de la película funciona: después de un opíparo banquete burgués, al que ha asistido la crème de la crème del df mexicano, los comensales, simplemente... no se pueden ir a la casa. por alguna razón, que nunca es explicada, son incapaces de salir del salón de la mansión en la que han sido agasajados.

la primera noche la cosa se manifiesta en que, como todos se la han pasado tan bien, como que “deciden” todos quedarse a dormir allí donde fue la fiesta. recién al día siguiente se dan cuenta, o aceptan el hecho, de que lo que pasa es que no pueden salir. y, a medida que pasan los días, la armónica comunidad del principio se convierte, como es obvio, en una sociedad en miniatura, llena de intrigas, celos y patologías diversas, así como muy materiales peleas relacionadas con la escasez de agua, de comida, de medicamentos (en el salón prácticamente no hay nada de eso), por no hablar de servicios higiénicos...

lo gracioso es que la gente de afuera, la policía incluida, es incapaz de entrar por razones igualmente no especificadas. así que nuestra sociedad de adentro del palacete este burgués, una sociedad que, en la práctica, está en su “isla desierta”, está de verdad totalmente aislada y sujeta a sus propias –ínfimas– posibilidades de subsistencia (por cierto que me dio la impresión de que los creadores de la serie lost, que me encanta, tienen que haber visto esta película).

un par de muertos después, un par de cuasi-puñetizas después, un par de ataques neuróticos después, el encantamiento se disuelve gracias a la gran silvia pinal, quien se da cuenta de que, en un momento dado, todos los presentes están en exactamente el mismo lugar en el que se encontraban en el momento en el que, por última vez, durante la noche inicial, hubieran podido salir de la casa, y, como por arte de magia... ¡salen!

sólo para, después de la misa que se ha hecho para conmemorar el misterioso hecho, así como para presentarle respeto a los muertos, todos los asistentes, incluidos los antiguos comensales y los curas contratados para los sermones propios de la ocasión... se quedan encerrados en la iglesia, porque no pueden salir...

sé que suena estúpido, y es que en más de un sentido lo es, pero me impresionó ver cómo, partiendo de una historia tan, por decir lo menos, incierta, este man de buñuel logró hacer una reflexión sobre el individuo en la sociedad, sobre el hombre como lobo del hombre (y la mujer como loba de la mujer), sobre lo altamente frágil de la razón y sobre lo latentemente psicótico de las relaciones humanas.

no me pregunten qué significa todo esto, por favor. tampoco me pregunten por qué se me ocurrió escribir al respecto.

el soundtrack es, algo anacrónicamente, nada menos que el kick de inxs. me puse clásico, pues (tomen en cuenta que, antes de inxs, estaba escuchando nada menos que... ¡neil young!). pero es que a) me encanta inxs, b) a veces está bien ponerse clásico y c) me he sorprendido más de una vez a mí mismo, durante esta última semana, cantando para mis adentros “never tear us apart”.

lo que sí me pareció patético fue que el dvd de el ángel exterminador que saqué de la biblioteca era uno perteneciente a una serie llamada algo así como “cien joyas del cine español”. como si el ángel exterminador, película rodada en méxico, con staff mexicano y elenco mayoritariamente mexicano, fuera una película española. en alemán se dice “selbst schuld”, algo así como “tu propia culpa”, en casos como estos. “selbst schuld” si gente como buñuel tuvo que salir de españa. intentar recuperar a este tipo de exiliados, en cierto modo a este tipo de mártires, para un proyecto nacionalista “democrático” como es el establecimiento de un cánon de lo mejor del cine español, me parece bastante tonto, o más. para mí raya en la asquerosidad. es como si las películas que fritz lang dirigió en hollywood, después de haber tenido que huir de las huestes nazis, pudieran ser consideradas, ahora, “cine alemán”.

con estas palabras sabias y contrarias al nacionalismo, la ideología que yo probablemente más detesto, corto, que ya creo que igual todo el mundo debe haber dejado de leer hace ratos en vista de la desconsiderada longitud, y de la supina intrascendencia, de este post.

chaos (and that’s an order).

pd: el título de este post es también el de una de las nuevas canciones de stereo total. después de ser tan “prometedor” me he convertido en un vulgar groupie, carajo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de las posibles razones es que a tu padre le gusta mucho el cine mudo (además del mexicano y casi cualquier cine) pero luego, en la adolescencia, no podías seguir ese mismo camino. Y se dice caraxo. Tu mamá

pasajero77 dijo...

ay, pobre gente que sigue creyendo que hay sólo una lectura para textos postmodernos como "memento", que justamente tematizan lo ambiguo e incierto de nuestro mundo actual...

pero gracias por la oferta!

y aprovecho ahora para hacer una fe de erratas y, de este modo, demostrar lo modesto que soy: f. w. murnau, director alemán que hizo algunas películas en hollywood, difícilmente pudo haber estado huyendo de las huestes nazis cuando murió en... 1931. así que mi ignorancia fue atrevida, para variar, y aunque ya corregí el error en el post respectivo, prefiero reconocer lo idiota de mi ejemplo antes de que un cinéfilo más fundamentado me denuncie por ser lo que probablemente soy: un poser.

es el problema de haber dejado de leer sobre cine mudo hace ya más de diez anios...

bueno pues.

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