secuelas nunca fueron buenas (aparte de un par)

y sí, este país se derechiza tanto que pascal, uno de mis mejores amigos, un negro de procedencia surinamesa y pasaporte holandés, pero nacido en hamburgo, y para colmo (como si necesitara más razones para ser incomprendido y/o discriminado en este mundo cruel) homosexual post-estructuralista que se niega a establecer identidades y límites, está pensando sinceramente en largarse de aquí for good. irse a londres o algo, porque dice que al menos la sonrisa de blair es menos asquerosa que la de schröder, o que la de merkel, y sobre todo porque si está en un país extranjero la política como que no le llega tanto, no se la toma como una cosa tan personal. yo le digo que barcelona is the place to go, no tanto porque jordi pujol o, si ya nos ponemos, el bobazo de zapatero me caigan bien, sino porque no hay ciudad más bacán. aparte de buenos aires. pero es que qué coño haría mi pana pascal en buenos aires, siendo parte de todos pero sin siquiera hablar castellano...

cordula, por su parte, quien es la mejor amiga de pascal para más señas, me dijo ayer que le parecía “asocial” ponerle a niños alemanes nombres franceses, como por lo visto estuvo de moda por ahí por los últimos años de los setentas. paulette, janine, jeanette (jeanette, cantante a quien no pude incluir en la lista de mi música favorita por falta de espacio, o sea por culpa de blogger.com, pero quien definitivamente está en mi panteón), etc. que si el niño se va a criar en alemania va a tener otra “mentalidad”, y que para eso están los tan bonitos nombres germanos. no sé. torsten y eso.

su hijo, eso sí, se llama ole, y hoy me enteré de que se trata de un nombre danés. ¿qué tipo de exclusiones están en juego, aquí?

la man de cordula queda como una burra en mi recuento, pero es una persona muy bacán a quien sobre todo casi que admiro por su cordialidad y por sus indudables conocimientos musicales. es dj de profesión, entre otras cosas de... ¿vocación? me dijo que deberíamos poner música alguna vez juntos en un bar.

qué vida más interesante la mía.

el soundtrack es, como tan seguido, pixies. “trompe le monde”. me siguen matando “alec eiffel” y “u-mass”. dos de esas canciones que consiguen, como prácticamente nada en el mundo (aparte de otras canciones), ponerme de buen humor. si las escuchara en el lugar apropiado seguramente que me llevarían hasta a vencer mi rigidez y tambalearme, “bailar”.

es sabido que la segunda novela, o el segundo disco, o la segunda película, son instancias difíciles de superar cuando la primera entrega del artefacto cultural en cuestión ha tenido buena resonancia. yo estoy sorprendido de que ya seis personas hayan comentado mis penurias después de la primera entrega... incluso personas a quienes no conozco en el mundo real (ni en el virtual, a decir verdad). esto no es para justificarme sino para decir que estoy consciente de que no puedo más que, con este segundo post, decepcionar...

hélène, según dice andrés en su comentario, considera que los blogs son egocéntricos. en eso hélène tiene toda la razón. y considera, también, que estaba guapo el domingo. en lo que no tiene menos razón (hace poco fui comparado con el travolta de la época de “pulp fiction”. y aunque no tenga los ojos azules ni pueda bailar tan bien como el man, y aunque mi barbilla no sea como la de él, puede que quien haya hecho la comparación tenga razón. eso sí... ¡no estoy tan gordo como travolta en 1994! tampoco es para tanto. pero travolta, gordo o no, es la coolness personificada, así que, muy independientemente de la gordura, me tomo la comparación como un cumplido).

mascha, una de mis mejores amigas, dice, por su parte, que esto de los blogs es para gente depresiva que no tiene cómo conocer gente en situaciones más reales que el ciberespacio. en mi caso, la latente acusación (de ser “depresivo”, incapaz de establecer relaciones humanas “normales”) a lo mejor tiene fundamento. los malditos genes. se trabaja con lo que hay...

no sigo aburriendo más. chaos (and that’s an order).

pd: si esto no fue un post que merece estar en un blog llamado “modestia aparte”, díganme qué estoy haciendo mal...