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27 de agosto de 2005

crítica bomba a paso de tortuga

hace un par de días pasaron en el quizás absurdamente llamado "fantasy filmfest" de hamburgo (festival especializado en thrillers y pelis de ciencia ficción, pero sobre todo en el género de terror) nada más y nada menos que la gran crónicas, película ecuatoriano-mexicana en cuya realización trabajó más de un amigo mío y que yo, ya tanto tiempo alejado de nuestras tierras, así como migrante turro que no se preocupa por adquirir ciertas cuestiones autóctonas o algo en internet, no había visto todavía. de manera que, en compañía de mascha, quien es algo así como mi mejor amiga, así como del ya mencionado pascal y del por algunos de ustedes conocido troyen, me fui al cine a ver qué tal el producto al menos parcialmente nacional, y, en mi caso al menos, a rendirle mi tributo a mis panas que se deben haber sacado la madre para que esta película exista.

y quedé agradablemente sorprendido, del todo. me gustó el tono general de crónicas, empezando, claro, por esos casi insoportables primeros veinte minutos en los que estamos a punto de ver un snuff, pero también todo lo siguiente que consiste, básicamente, en diálogos más o menos bien logrados, que consiguen crear una idea de la monstruosidad de los crímenes de los que se está hablando sin nunca describirlos con detalles ni caer en flashbacks estúpidos con tomas de acciones violentas o idioteces similares. a decir verdad, tengo que decir que hasta me sorprendió que sebastián cordero, el director, se haya aguantado las ganas –que probablemente nunca tuvo, pero que cualquiera podría tener– de filmar al menos un par de escenas sensacionalistas, o de poner un par de efectos no especiales sino dramáticos fáciles para conmover, o chocar, más guturalmente al espectador. yo, eterno fanático de las más brutales slasher-movies que hay, tengo que decir que me parece que la decisión de que en esta película, fuera de esos magistrales minutos iniciales, no se vea casi nada de violencia, fue una muy sabia.

eso sí, y quizás precisamente por eso de ser un enfermo de las pelis de terror, me pareció que al final se desaprovecha un poco el suspenso potencial del escape de vinicio con su hijastro robert. en la última escena en la que se los ve a los dos, y en la que queda medio claro que este señor va a matar al niño, se pudo haber alargado más la cosa, en mi opinión, se pudo haber hecho todavía más siniestro todo el ambiente de la “despedida”, precisamente para que el último plano, el de la casa esa demolida (para mí tan reminiscente de the blair witch project, aunque esta referencia creo que me la estoy inventando yo de la nada), que está subrayado por una banda sonora que yo, al menos, no logré descifrar como ningún sonido perteneciente a la naturaleza, y que por lo tanto es especialmente aterradora... decía, se pudo haber enfatizado más el suspenso para que ese plano sea todavía más estremecedor.

ahora bien, el troyen ya había visto crónicas, y me había advertido que invitarla a mascha era un poco arriesgado, dado que la película era muy “fuerte” y que el final era tan terrible. y, en efecto, tanto mascha como pascal acabaron parcialmente traumatizados por la experiencia de haber asistido con nosotros al cine para ver esta patada al huevo del espectador incauto, que quiere ver una película “étnica”.

más allá de la dureza-sutileza con la que, a mi parecer, es llevada (y bien llevada) la historia durante la hora y media del filme, me gustaron muy especialmente las actuaciones, con lo que no me refiero sólo a las de los predeciblemente buenos intérpretes extranjeros sino, sobre todo, a las de los ecuatorianos: camilo luzuriaga no le pide nada al policía siniestro gringo del thriller de turno, y hugo idrovo en mi opinión se pasa cual licenciado semi-poderoso en una cárcel putrefacta del litoral. incluso personas que tienen papeles menores, como el travesti guayaquileno, como el mismo robert o como... ya no me acuerdo del nombre, la esposa de vinicio, están totalmente a la altura de las circunstancias.

en general me pareció una película que, sin ser ninguna obra maestra, es una que no sólo se deja ver sino que merece ser calificada de muy buena. y por cierto que los imparciales extranjeros que la presenciaron conmigo dijeron lo mismo o, para ser más honestos, fueron todavía menos críticos que yo.

porque, efectivamente, un par de detallitos me molestaron, sin, sin embargo, haber sido capaces de dañarme la experiencia estética general al ver estas tan esperadas crónicas. por ejemplo, me molestaron tres –creo que fueron nada más tres– pinceladas costumbristas que, para mí, no tenían razón de ser, sino que sólo estaban allí para presentar un poco más explícitamente ciertos aspectos de eso que es la “realidad” ecuatoriana. el uno es el momento en el que, en la cárcel, un pelado se le acerca al camarógrafo y, sin que venga a cuento (y sin que el tema sea realmente retomado después), le empieza a contar que lleva un año en la cárcel, sin sentencia, por haber sido encontrado con un chafo, unito nada más. ok. todo quien haya vivido en el ecuador sabe lo injusto de la legislación anti-drogas local, así como lo arbitrario del trato a las personas que son encontradas con drogas y que son tratadas como criminales terminales sin ni siquiera recurso a dicha de por sí inhumana legislación, pero simplemente no veo qué tenía que buscar esa pequeña “protesta” en una película que trata de otro tema.

el otro detalle costumbrista para mí innecesario fue el de presentar al ya mencionado camarógrafo mexicano fotografiando a pajarracos para mí, que sólo he pasado mil veces por babahoyo, pero nunca me he quedado ahí, desconocidos (¿o son murciélagos?), parándose en los cables de la calle y haciendo un escándalo típicamente latinoamericano a la hora del crepúsculo. o sea, bacán, a lo mejor eso pasa por allá en el trópico. ¿de qué sirve mostrarlo tan incisivamente en el contexto de crónicas?

por último, el hecho de que (¡de nuevo!) el camarógrafo mexicano sufra de vértigo en los “puentes” miserables que conducen a tantas moradas de la costa ecuatoriana es como un querer meter demasiado abiertamente el dedo en la llaga de que, efectivamente, muchísima gente vive así, en casas de caña a las que sólo se puede acceder por medio de construcciones precarias que parecen puentes, y de que eso es “anormal” (lo pongo entre comillas porque, bien pensado, no es para nada anormal, no sólo por la cantidad de personas que viven en este tipo de viviendas sino porque por qué habría de ser más “normal” ir al apartamento de uno en ascensor). este por mí así llamado “defecto” costumbrista de la película es presentado, por otro lado, al menos de una manera un poco graciosa (el mexicano queda mal), de modo que no me molesta tanto, o no me parece tan claramente semi-mesiánico, como los otros dos (y sobre todo el primero) mencionados.

pero lo que más me molestó de la película (que, insisto, por otro lado me pareció muy buena, o sea no sólo sin duda la mejor que he visto del ecuador sino una que tiene mucho peso más allá de consideraciones puramente nacionales) fue la algo absurda, y en mi opinión totalmente gratuita, historia erótica-romántica entre manolo (john leguizamo, quien creo que en la peli se llama así) y su productora. no le vi ni pies ni cabeza, pese a que siempre está bien ver una escena de sexo, por más velado que sea, y por más que después lleve a esa supuestamente chistosa conversación entre el ya por cuarta vez mencionado camarógrafo y manolo, en la que el primero le dice que se nota, por lo cabreada que ella está, que él se la tiró...

el soundtrack es el mano a mano de aute y silvio, que está en mi compu, cortesía, como todo lo de la compu, de mi hermano. buenísimo. no realmente mi dato pero buenísmo.

mi cd-player ya dijo que ya. rip. todavía no me he comprado uno nuevo, pero tengo que hacerlo entre otras cosas para escuchar a fondo el nuevo de los gorillaz, que me regalaron hace poco y que ayer puse en el dvd-player de mi compañero de piso, para regocijo general, y que está excelente. como no podía ser de otra manera, la verdad...

¿por qué se me sigue poniendo la carne de gallina (¿o era “la piel de gallina”?) cuándo escucho la versión de “ojalá” de este disco? el himno latinoamericano, me temo, pero es que a veces uno se quiere liberar de los "himnos".

en fin, que fue una experiencia muy interesante ver los puentes destruidos de babahoyo en el cine. la gente de nueva york estará más que acostumbrada a ver los lugares por los que diariamente transita en películas, pero los ecuatorianos no (aunque no es que yo transite, ni nunca haya transitado, diariamente por esos apocalípticos puentes).

por otro lado, me encantó por fin darme cuenta, por mi propia cuenta, de que esta obra de la que he escuchado tanto merece realmente la pena, y de que –con defectos y todo, como todo– está en capacidad de gustar no sólo por nostalgia inmigrante barata sino por puro valor artístico propio. como digo, tanto pascal como mascha quedaron fascinados. ambos fueron, también, quienes más problemas tuvieron, en el sentido más físico o fisiológico, para soportar la secuencia del linchamiento. la cual, enfatizo, para que mis panas que trabajaron en esto no crean que critico como un hijo de puta, así nada más por criticar, encontré buenísima, pese a lo cual no pienso –como por lo visto pensaron algunos críticos de la yoni, y no sólo de la yoni, según me enteré en el blog de uno de los involucrados en crónicas– que el resto sea un anti-clímax... al contrario, me pareció un gran acierto narrativo, y uno que requería valentía: que al principio te den un batazo en la cabeza y después te pongan en plan suspenso psicológico. es (casi) mucho esperar del espectador, o demasiado respetarlo. o respetarlo bien.

tanto pascal como mascha insisten en que va a pasar una semana antes de que dejen de soñar con todo eso del señor al que lo queman... y con la muerte del chiquillo este robert, quien, por más vivito y coleando que está hasta el final, tiene sus segundos contados en el marco de la peli...

lo más interesante, por otro lado, fue que pascal, al estar tomando algo con mascha y el troyen y conmigo después de la peli, nos mencionó que una de las cosas que más lo habían sorprendido es que las calles en el ecuador, por lo visto, no están todas asfaltadas... el man es de procedencia surinamesa, pero jamás ha estado en el tercer mundo, así que creía, poniéndose la mano en el corazón (y nótese que se trata de una persona no sólo inteligente sino también políticamente consciente), que en todo el mundo las calles eran un poco como las de europa...

chaos (and that’s an order).

pd: ya le dije a pascal que tenemos que irnos de viaje al ecuador. no puede ser que uno crea que, de verdad, en todos lados hay autopistas de tantos carriles...

pd 2: en defensa de pascal, y es que le acabo de contar lo que escribí antes de postearlo, el troyen nos contó que su hermano, juan josé, tuvo que durante tres días trasladar lodo al lugar donde se filmaría dicha secuencia inicial de crónicas, para que sea más “realista”... pascal dice que lo engañó, una vez más, el set... maldito “hollywood”...

pd 3: antes de que alguien me lo eche en cara, el título de este post es, si no me equivoco, una paráfrasis de un titular ya olvidado de la también desgraciadamente -e injustamente- olvidada revista guayaquileña "tiempo libre", que a tantos de nosotros nos inspiró y formó en esos años, los que iban de la mitad al final de los ochentas...

5 comentarios:

errepece dijo...

excelente la crítica. dan ganas de ver la peli. en estados unidos ya se estrenó hace un par de meses, pero aquí en pittsburgh nanay, que yo sepa. me imagino que tendré que aguantarme hasta que salga en dvd.

Anónimo dijo...

Por fin un comentario y felizmente no uno queriéndote vender algo o convencer de algo. le le le

Alfredo Mora Manzano dijo...

Bro:

Todo muy bueno, la verdad es que yo nunca le he podido criticar Nada a Crónicas porque fueron 6 meses muy fructíferos en la vida, aprendí mucho de esto de camellar en cine y hasta conseguí el trabajo que me llevó a vivir más de 6 meses en el DF y a conocer a muchos de los mejores panas que he tenido en la vida.

Me gustó mucho tu crítica y coincido con casi todo, lo Único es que.... CUANDO SE CRITICA UNA PELI NO SE CUENTA EL FINAL!!!

Digo no?

por lo demás me alegro que ta haya gustado y espero que tus amigos puedan venir algún día

un abrazo

Anónimo dijo...

Me salté la primera parte porque nunca me pude ver la peli y con la esperanza de verla no quiero saber del final...aunque me dicen que no es tan buena como Ratas y que en contemporáneas le gana Días de Santiago de Josué (peruano)....

Tu amigo de Surinam pensaba que todas las calles en el mundo eran asfaltadas??? puta a veces hace falta un poco de Tv y discovery channel....

Cague de risa lo de "tiempo libre" me has traído buenos flashbacks....pero yo pensaba que esa revista no la leían los nerds jejeje...

DH

Anónimo dijo...

Ya me cansé de abrir el blog y encontrar esta misma crítica, escribe algo más. Tu mamá

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