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11 de octubre de 2005

nacido en la fae (o lado b)

hamburgo es una ciudad que, como toda metrópoli de verdad, que es por lo menos lo que esta ciudad quiere creer que es, se divide en barrios de tan marcada “personalidad” (¿“barriolidad”?) que sus habitantes suelen sentirse más unidos a éstos que a la urbe en general, y suelen estar altamente influenciados por el flair de los barrios en los que viven. aparte de eso, gracias a esta fascinación por los barrios el small-talk de la reunión aburrida de turno no sólo se reduce al clima o al fútbol sino también a en qué barrio se vive y por qué uno lo encuentra de lo más bacán, o no, en comparación a otro barrio determinado, o a otro, o a otro...

yo, por mi parte, vivo en una isla llamada veddel, pero esto no siempre ha sido así.

en efecto, cuando llegué acá al primer mundo, hace ya milenios, digamos que en la época de oasis, las spice girls y el drum ’n’ bass, me tocó por obra y gracia de la providencia tener, como primera morada oficial (las primeras semanas estuve donde amigos, de aquí para allá, sin tener igual todavía ni idea de la geografía política de hamburgo), una habitación en una residencia estudiantil estatal que queda en un barrio más bien de clase media (con lo que eso significa en un país rico como es alemania, pese a todas las cantaletas de sus políticos austeros) pero que tiene un gran porcentaje de población estudiantil o de profesionales jóvenes, así como uno relativamente representativo (similar al promedio general de la ciudad) de extranjeros de diferentes partes: eimsbüttel, mi aun ahora añorado eimsbüttel. el sueño de casi todo quien llega a vivir a esta ciudad, este barrio: cerca de todo pero no realmente en el epicentro de la movida, bonito y decente pero no pequeño-burgués en el sentido de intolerante, en cuestiones poblacionales alegremente mezclado pero, cómo decirlo... no revuelto...

en cierto sentido, el barrio ideal para conocer esta ciudad sin asustarse de otros más sórdidos o más reminiscentes de los conservadores años cincuenta, o sin perderse desde el comienzo en los recovecos de la vida anfetamínica de st. pauli, del puerto...

una alemania simpática, en otras palabras, la que me recibió. una alemania sonriente en la que todo el mundo odiaba a kohl. allí, en eimsbüttel, transcurrió, por así ponerlo, mi a decir verdad bastante feliz época de freshman en esta ciudad...

luego suele llegar el amor, y llegó, así que corte, cambio de escenario brusco pero que en ese momento se sintió tan smooth, la temible decisión de si vivir juntos o no que fue tomada espontáneamente por nosotros, sin que parezca decisión, sin que parezca haber sido tomada: apartamento de cartoon (aquellos de ustedes que hayan estado allí, y sé que son un par, sabrán a lo que me refiero) compartido durante cuatro años con la pelada en eppendorf, un barrio otrora obrero y comunista pero, desde los años setenta/ochenta, más bien aniñado, pijo, fifí, no sé... burgués pues, en el que la gente se viste mucho más elegantemente que la de eimsbüttel, en el que las boutiques venden las mismas o peores cosas a precios exorbitantes, en el que no hay dónde comprar una cerveza o un döner kebab después de las once de la noche y en el que, por qué no mencionarlo, el porcentaje de extranjeros es risible (y eso tomando en cuenta incluso a los extranjeros europeos). pero es que nuestro apartamento estaba bien situado, nos salía barato, y la verdad es que la zona en sí no es ni tan insoportable ni tan homogénea como la describí en la línea previa. es, de hecho, también una zona de esta ciudad que extraño, y en la que me siento bastante en casa cuando estoy (yo siempre con mis ínfulas de ser, o de llegar a ser, un jay gatsby). un par de restaurantes buenos y de precios asequibles, uno o dos bares “de culto”. cuando uno descubre la gasolinera ya sabe dónde puede comprar la cerveza nocturna. la gente puede ir bien vestida pero tampoco es que te mire mal si es que vas medianamente a la altura (lo cual, en esa época, solía ser de alguna forma el caso). etc.

otro tipo de sonrisa de hamburgo, pues; quizás una más fría, más típicamente noralemana (hanseática), pero sonrisa... fue la zona en la que viví, también feliz, creo, el cambio de milenio, el fin de la new economy, el inicio del novísimo orden mundial; mi época de familia nuclear en hamburgo, en la que a mí y a mi pareja nos faltaban nada más el hijo, la hija, el perro y el gato (¡nada más!) para cumplir del todo con los requisitos que creíamos que nos imponía la sociedad. porque hasta tele en color teníamos...

como todo lo que sube tiene que bajar, o por alguna ley igualmente coactiva que ésta, el 2003 presenció una implosión que ni pienso ni puedo explicar, y de ahí hasta finales del 2004 me cambié, oficialmente, cuatro veces de casa. los dos apartamentos en los que más tiempo me quedé, sin embargo, quedaban al oeste de la ciudad, en altona, un barrio que hasta hace poco más de un siglo seguía siendo parte de dinamarca, y no de alemania, y que, por su cercanía al legendario st. pauli con sus interminables hileras de bares y puticlubs, pero también gracias a méritos propios como su multiculturalidad y su ambiente claramente progresista, es uno de los barrios más populares de hamburgo. no sólo mi situación habitacional, cerca del centro del quehacer cultural de esta ciudad, digamos, sino también la sentimental (me dejo de indirectas, chucha: otra novia), me llevaron durante este tiempo a ser un habitual de la bohème de la ciudad, o de una de ellas (hamburgo, la gran metrópoli...), con aterradoramente frecuentes visitas a conciertos, exposiciones, bares, reuniones, pinchadas de tal y tal dj, encuentros ad hoc con el personal...

la verdad es que no me puedo quejar, creo. uno se siente importante cuando está en la lista de invitados de algún grupo bastante famoso y respetado en la onda indie a nivel alemán, por ejemplo. pero no sé si se pueda decir que fue una época “feliz” (de las otras dos lo he dicho, entre otras cosas, porque cuando ya ha pasado tanto tiempo uno tiende a idealizar todo), aunque sin duda sí que fue una muy intensa e interesante, y supongo que en el contexto de lo que es la curva de mi vida, que es sobre lo que estoy ostensiblemente escribiendo, una necesaria. alemania sonriendo (?), pero con una sonrisa bizarra, digna de ser interpretada... ¿me sonríe o se ríe de mí? mi época de ser un bohemio más...

y ahora, por esas vueltas que da la vida o que, como ya dije una vez, uno le hace dar, yo acá, en veddel, una isla que no queda ni al este ni al oeste sino, pues nada, al sur (¡al sur! ¡un punto cardinal tan ontológicamente out en esta ciudad del norte!), un barrio marginal en el que básicamente nadie en su sano juicio quiere vivir, entre otras cosas porque es uno claramente inmigrante, poblado mayoritariamente por personas provenientes no de todo el mundo sino de turquía, albania, afganistán y ciertos países árabes y del áfrica negra, así como de, espectacularmente, ecuador. en serio que no hay ocasión en la que salga de mi casa y vaya a tomar el metro o algo y no vea a por lo menos un compatriota haciendo sus diligencias por las calles. y lo de que yo note tan inmediatamente, y sin conversar, que son compatriotas y no, pongamos, colombianos o peruanos, lo entenderá cualquiera que haya vivido muchos años fuera del país, además de que a veces me la ponen fácil hablando entre ellos (gente de la costa, no necesariamente de guayaquil pero de la costa, probablemente más bien plan milagro) o, mejor que mejor, llevando puesta la camiseta de la selección (veddel es, sin duda, el único barrio de la ciudad en que se puede ver algo así fuera de los días de los partidos de las eliminatorias).

obviamente, yo no tengo nada en contra de vivir aquí, e incluso me parece muy conveniente: la renta me sale muy barata, me queda cerca de los lugares a los que tengo que ir, mi apartamento está mucho mejor de lo que podría conseguir en otro lado incluso por mucho más dinero, me parece simpático ver a la gente de los diversos países aquí sí revuelta pero sin que pase nada, porque... ¿qué habría de pasar?

pero es que son un poco dos cosas. la una es la de siempre, y con “siempre” me refiero a siempre: eso de sentirse extranjero en todo lugar. porque, si bien yo reconozco a mis compatriotas, estoy seguro de que a ellos no se les pasa ni un segundo por la cabeza la idea de que yo pudiera ser ecuatoriano, y si yo saliera con la tricolor puesta (que es una cosa que, por muy diversas razones, también estéticas, no hago) los manes se preguntarían que qué le pasa a ese alemancito rayado...

todo esto, nótese, pese a mi pelo oscuro y a mis facciones bastante claramente latinoamericanas.

y la otra cosa que pasa es la de la curva vital, pues. si tuve mi barrio de freshman, mi barrio de aburguesado, mi barrio de bohemio... ¿éste es mi barrio de qué? barrio marginal, inmigrante, portuario... ¿cómo interpretarlo?

es más: ¡una isla! repito: ¿cómo..?

el soundtrack es un recopilatorio de mi ya mil veces mentada spex (le hago un link de puro aburrido): las que más me gustan son “chewing gum” de annie, “assassinator 13” de chikinki, “what i’m trying to say” de stars y “good weekend” de art brut (yo creo que sobre todo annie y art brut se van a convertir en grandes), pero igual ya me encamaron amablemente en un comment que mucha de la música que menciono aquí es totalmente desconocida...

merkel va a ser canciller en alemania, lo logró, ¡mierda! y la selección del ecuador lo logró, por su lado, también. vaya, qué bacán... una de cal y una de arena.

pero no entiendo... ¿cuál es la buena? ¿la de cal o la de arena? ¿y por qué?

¿por qué?

chaos (and that’s an order).

pd: pedazo de título para película de oliver stone, el de este post...

12 comentarios:

Anónimo dijo...
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pasajero77 dijo...
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Manolo Sarmiento dijo...

bacán post pasajero 77. me queda una duda de tipo melodrama telenovelesco, disculpa, apenas te conozco, pero el relato es el relato y no quedó claro si a este barrio del sur te mudaste con la misma novia del barrio bohemio o con otra o si simplemente te echaron de casa. por lo demás, gran descripción de la ciudad. siempre me dijeron que hamburgo era la mejor ciudad de alemania. y el recuerdo que tengo es de una peli de wenders, creo que es "el amigo americano", donde se ven estos muros enormes del costado de unos edificios, puro ladrillo, junto a un muelle. where is that?

a menos que me equivoque por completo.

puedes dar un "delete forever" y no se ve lo que aparece arriba por cierto.

errepece dijo...

la plena, dale al delete forever, aunque sólo sea por consideraciones estéticas. eso por el lado del spam.

por el lado de tu post, yo me acuerdo claramente de tu apartamento de eppendorf, que maricarmen y yo definíamos no como de cartoon sino como de pinta un poco almodovariana. también recuerdo que me llevaste a conocer tu antigua residencia. de altona también me acuerdo, porque por allí vivía el troyen cuando pasé unas semanas en hamburgo, una ciudad que me pareció excelente para vivir. supongo que tendré que ir de nuevo para conocer tu nuevo ambiente marginal: el sur también existe (hasta en la ciudad más rica del país más rico de europa). hey, si tú puedes seguir citando a sabina (¿o me equivoco?), yo por qué no voy a poder hacer lo propio con serrat.

y, con respecto a lo de la cal y la arena, siempre me ha parecido un dicho bastante absurdo. la verdad no sé cuál se supone que es la buena y a mí, en todo caso, ninguna de las dos me interesa mucho. como quiera que sea, vas a tener que empezar a vestir la tricolor de vez en cuando, sobre todo si al ecuador le toca jugar en hamburgo. aunque parezcas un alemancito rayado.

Anónimo dijo...

Faltan fotos. ¿Y qué te hace pensar que te pueden ver como alemán? ¿En qué te basas? Magnífico guión. Sólo le faltan diálogos porque ya tienes hasta la música de una película que podría llamarse Buscando en Hamburgo... o Buscando en Hamburgo lo que en Guayaquil no encuentro. Máximo

Anónimo dijo...

¿Crees que naciste en la FAE acá en Guayaquil o es referencia a algo? Porque naciste en la maternidad y viviste tus primeros años en Miraflores. Me encantó tu recuento. Tu mamá

pasajero77 dijo...

holsten: y sí, televisor de pulsera, pero entre eso y no tener televisor, ahora...

bocha: dos cosas: la una, el apartamento en el que vivía andrés, en altona, no era el mío, sino que él vivía con dos de mis antiguas vecinas de la residencia de eimsbüttel, a la que fuimos también para nuestra ardua tarea de pegar afiches de la volkshochschule.

y en cuanto a sabina, no recuerdo haberlo citado, aunque referencias a ese senior por lo visto siempre se me escabullen por los dedos y los pensamientos cuando escribo u hablo.

manolo: pregunta indiscreta pero pertinente. pues ni la misma novia ni otra. eso es lo grave. pero tampoco me botaron de la casa... en el sentido literal de la palabra. digamos que no vivíamos juntos.

por otro lado, la de wenders no la he visto, pero esos edificios de ladrillo rojo al lado del agua son típicamente del norte de alemania, y seguro que se trata de hamburgo, de la zona de la antigua aduana (por cierto, yo, en mi islita, vivo en un edificio de esos de ladrillo rojo, aunque dudo que wenders se haya dejado caer por acá).

máximo: y sí, faltan fotos, pero a) no tengo cámara digital y b) la verdad es que, al menos con mis poco desarrollados talentos fotográficos, sería difícil capturar la "personalidad" de los barrios en imágenes instantáneas.

y me doy cuenta de que no se dan cuenta de que soy ecuatoriano de la misma manera que me doy cuenta de que ellos lo son, me parece... pese a lo egocéntrico que suena, creo no estar equivocado en esto, en serio...

y si esto fuera un guión... no, para películas aburridas ya hay bastantes (en mi opinión, las de wenders, o las que yo he visto de él...).

y mi mamá también: que nací en la maternidad lo tenía claro, no creía haber nacido sobre la mesa de la cocina gracias a la ayuda de los golpes y los rezos de una partera o algo. pero por qué recuerdo mis primeros tiernos anios en la fae?

pasajero77 dijo...

dos aclaraciones para bocha: por un lado, ya me di cuenta de que no decías que mi residencia era el apartamento en el que vivía el troyen en altona, sino que pusiste un punto seguido en medio. es el problema de contestar comentarios tan temprano.

por otro lado, me temo que ya se me ocurrió a qué canción de sabina te refieres. "rebajas de enero", no? pues un plagio totalmente inconsciente. échale la culpa al café.

y ya no sigo subiendo el número de comentarios de manera tan transparentemente fraudulenta.

errepece dijo...

en efecto, me refería a "rebajas de enero", por lo de la tele en color. pero yo esas cosas no las veo como plagio sino como cultura general.

Anónimo dijo...

Me has hecho reír con este post..es bueno eso de burlarse de sí mismo.

No piso Hamburgo hace 15 años, sólo me acuerdo de Altona de lo que dijiste..yo vivía en Klein Flotbeck creo se llamaba, existe aún?

Lo que si me acuerdo es de las salidas nocturnas (no soy tan vieja pero justo andaba con unos medio delincuentes de 14 años) con el gas pimienta en la chompa por si los turcos.

No me digas que tienes pinta de alemán??? jeje

Anónimo dijo...

Claro que te acuerdas de la FAE, porque nos cambiamos allá cuando tenías creo que 3 años. Y lo de no darte cuenta que no se hablaba de que no vivías en Altona se debe no a responder tan temprano sino a no escribir poniendo mayúsculas. LL

pasajero77 dijo...

dorothy: sí klein flottbek existe aún, no se lo ha llevado ningún tsunami, esa es una de esas zonas de clase media alta y más bien muy alemanas e intolerantes en las que uno como que prefiere no vivir...

y por cierto que lo patético es que no creo haber estado burlándome de mí mismo...

LL: igual me quedo con "nacido en la fae", porque "nacido en miraflores" suena o bobazo o a vargas llosa, o a ambas cosas.

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